Las sevillanas son un cante y
baile populares en las distintas romerías y
en la antigüedad, en los corralones de vecinos y petios. Su origen se
encontraría en los años previos a la época de los Reyes Católicos, en unas composiciones que eran conocidas como "seguidillas
castellanas". Con el tiempo evolucionaron y se fueron aflamencando,
añadiéndose el baile en el siglo XVIII hasta llegar a los cantes y
bailes con que son nombradas actualmente.
Está incluida entre los palos del flamenco.
A la Feria de Sevilla llegaron el mismo año de su fundación con el nombre que
la caracteriza. En la actualidad es el baile
regional más bailado en España y fuera en el extranjero.
El flamenco es una expresión
artística que nace de la mezcla de muchas culturas. De los musulmanes de Al-Ándalus y sus
cantos monocordes islámicos se basan los elementos fundamentales que
definen a este género. En su desarrollo tiene bastante influencia el
resto de pueblos que habitan Al-Ándalus: la música de los judíos, las
canciones populares de los cristianos mozárabes y el folclore de los
gitanos que llegan a España en el siglo XV. Al principio de su evolución
solo está compuesto por cante, pero con el transcurso del tiempo se van
añadiendo el compás, el baile y la guitarra.
La palabra “flamenco” aparece a mediados
del siglo XIX para hacer referencia a los cantes y bailes de Andalucía.
El término no se sabe con seguridad de donde proviene, aunque la
hipótesis más aceptada indica que es una derivación de la palabra
musulmana “fellah min gueir ard”, que significa “campesino errante”.
El flamenco es una de las
manifestaciones artísticas más populares de Andalucía. Son alegrías,
soleas, seguidillas y tantos otros palos.